Empuja
Es como un zumbido constante, interno, que presiona el tiempo para que suceda más deprisa, o para que yo suceda más deprisa en el tiempo. Presiona para ser, para hacer o incluso para dejar de hacer nada.
El juicio se siente desplazado, aunque sigue presente. Ahora el mundo es de esta presión que empuja y empuja hacia cualquier dirección, como pollo sin cabeza.
Presión por solucionar esta presión, presión por entenderla y aceptarla, por enmarcarla en un contexto social que la permite, la premia y la venera mientras la critica y la juzga desde el desconocimiento de otro lugar.
Palpita
El ritmo de la Tierra palpita bajo mis pies descalzos y por eso la engrandezco en cada uno de mis textos, de mis versos, de mis rezos.
Es el reloj del que vamos todos en contra. Es la cabeza perdida del pollo.
Las vacaciones son una marca bajo la que vender pequeños periodos de algo que tenemos a mano a cada segundo. La vida rural, una subscripción.
Hasta en un pequeño cuadro de metro por metro, es capaz de vivir un ser palpitantemente coherente. El árbol que respira la ciudad y se enraíza bajo el cemento es lo más real que existe.
Y nos cruzamos con ellos sin saber hasta qué punto nos parecemos, sin pensar hasta qué punto nos llevan ventaja en esto de existir.
Croqueta
Uno no siempre tiene a mano una gran masa de agua para flotar, así que, soltando el mito romántico, flotemos sobre la tierra.