Volem si Volem

Tots tenim ales

Sabbat

“No hay nada más peligroso que una mujer que baila. Pero las danzas más macabras, las más obscenas, son aquellas que se celebran en los bosques. Porque son secretas, porque sólo Lucifer y sus sirvientas las conocen porque solo ellos han celebrado los ritos del Sabbat. Si no las detenemos a tiempo, esas brujas perversas van a invertir el orden del universo.”

-Akelarre

Sí. Antes de conocer el rojo de la sangre conocí el verde del norte en las piedras y la aspereza del salitre en mi piel.

Cedí en muchas cosas pero nunca se cansaron de pedirme que cubriera mis pies. Ellos no se cansan, pero mis pies siguen descalzos.

Y los de mi hija, también.

Secretos?

Infinidad de ellos. Con oídos o sin ellos. En la escucha sin órganos, en la de los tejidos. Con el Mar, las raíces y las piedras.

Escribí secretos sin conocerlos. Redacté palabras que me dictaron desde las tumbas futuras. Desde un lugar al que no se le ha puesto nombre, pero que existe.

Sí, bailé.

Bailé los primeros pasos sin haber aprendido y bailé en espiral tan fuerte que dejé vacíos a aquellos brazos que pretendían agarrarme de vuelta.

Bailé y se me rasgó el corazón cuando dejé de hacerlo. Dejé de bailar y me dolió la música, así que apagué la radio.

Un tiempo.

Como cuando estancamos el agua y busca seguir su camino aún sin hallarlo, me infiltré de nuevo en la Tierra, dispersándome en la infinidad inabarcable. Subí a las nubes y bajé de vuelta con el trueno.

Volví a bailar, y a adivinar el futuro. Decidí que el fuego es sólo para arder en bien, y que la nieve trae sorpresas. Fui una conmigo y Ella guió mis pasos.

Viajé.

A mis ayeres olvidados pero no perdidos. Me vieron los cuervos un día gris, en la plaza de Aachen. Seguí a la bestia de tres cabezas hasta el templo, y tuve la certeza de haber estado ahí antes. Muy antes.

Viajé por viajar, para escapar o para volver. Confié, sin saberlo, en lo que ella tuviera que enseñarme. Así que ahí la encontré, en el fondo de esa librería de Galway. Ni idea de qué era eso que había al fondo. Brillaba sin luz y me llamaba sin gritos. Pero pude verla de lejos y oírla al andar. Sobre un fondo blanco había tres grandes letras “WWW”- Women who run With the Wolves-.

Dejarse llevar es algo que se dice fácil. Pero dejarse llevar es, para mí, el éxtasis de percibir que cada una de tus indivisibles partes no existe. Que eres Todo: lluvia y palabra. Eres tú ese bodhran que suena y te retumba. Eres tú eso que se mueve dentro de ti más allá de tus fronteras logísticas.

Colgar la piel y oler las hierbas. Llamar al bosque y a las patas. Sentir lo húmedo y crepitar. Oler el sándalo y palpar el barro cocido, su rugosidad en las yemas de tus dedos. La artesanía envolviendo tu alma como el abrazo de una Madre.

Sí, confieso que escribí un poema a un árbol y me miraron raro. Confieso no saber cómo sé ciertas cosas. Confieso que sueño antes de que ocurra, o que sueño y ocurre. Confieso que siento una hermandad que va más allá de lo que puedas contarme.

Sin preludios te diré, que si aúlla con la Luna, me la creo.

Sí, no puedo evitarlo. Porque si lo evito, muero cada día un poco más de lo que vivo.

Así que vivo.

A ratos, a rachas o a pachas. Como sea, pero vivo y sigo andando hacia ese acantilado una y otra vez. Si preciso me arrastro, pero sigo acercándome a ese filo escarpado para tener esa sensación de caer al vacío. De dejar que el vacío me sostenga por un momento y confiar en que me suelte después, para volar.

El bosque me invita y no puedo evitar adentrarme hasta poder respirar cada rincón de su verde. La Luna brilla y mi mirada se pega a Ella como el imán al metal. El Mar me susurra y abraza mis pies, jugando.

Encerradme, o quemadme, pero sigo rastreando con mi olfato a mis hermanas, y les danzo, y me danzan y danzamos. Son mis pies descalzos y llenos de barro, que no sucios, los que pisan . Y dejan huella. Es mi cuerpo tierno como una hoja al nacer, o sabio como la corteza madura, el que me pertenece y acompaña mi Ser. Es mi alma libre para decidir sobre nosotras y es mi saber ancestral, para servir a tal juicio. Es mi sangre y mi bestialidad la que resiste a este sistema enfermo, en el que pereces mirando hacia otro lugar.

Así que puedes andar ajeno a todo o puedes oír el bodhran sonar y venir a bailar con nosotras. Será tu alma la que decida.

Pero yo acuno.

Acuno una pequeña Bruja y a todas las que me sigan al andar. Y sí, les comparto los secretos y les muestro todo aquello que sé, de la mano de las que me precedieron. Y lo que no sé, pero ellas sí saben, lo soplo suavemente como le soplo a la chispa para que arda en llama. Y sí, bailamos y viajamos. Olemos y aullamos. En redondo, hacia adentro. Hacia abajo, ahondando en la Tierra. Para que todo fluya en la sangre y el barro, en la risa y el llanto.

Y sí, volamos.

Vuelan.

pròxim Publicar

Anterior Publicar

1 Comentari

  1. Hrms març 17, 2021

    IN CRE I BLE🔥🐺❤️

    Muchas gracias por compartir este texto.

Deixar una resposta

© 2025 Volem si Volem

Autor Anders Norén